Nota por Acción Emprendedora | 15 mayo, 2017 | Aprende AE, Todas
La misión de AE nos recuerda que nuestros esfuerzos deben generar un impacto positivo en los negocios de nuestros emprendedores y en su entorno. En ese sentido, es necesario buscar y aplicar métodos o técnicas que puedan ayudarnos en esta labor. En esta nota, nos preguntamos si la metodología Lean puede aplicarse a un emprendimiento.
¿Qué es Lean?
Partamos definiendo el término “lean”, que, como adjetivo en inglés, significa magro o flaco. Es decir, “Lean Manufacturing” es una ‘producción ajustada’, “Lean Thinking” es un ‘pensamiento esbelto’ y un “Lean Startup” es un ‘emprendimiento delgado’. Justamente, Lean Manufacturing es una filosofía de gestión derivada principalmente del sistema de producción Toyota, basada en la eliminación sostenible de ‘desperdicios’, o sea, de aquellas etapas, materiales, equipos, actividades o inconsistencias propias del proceso que no permiten mejorar la productividad en una empresa.
Con el tiempo, esta filosofía comenzó a aplicarse a otros aspectos o ramas profesionales y de allí surgen: Lean Thinking, Lean Construction, Lean Management o Lean Startup, entre otras.
¿Aplica para un emprendimiento?
Fue Eric Ries quien en 2011 publicó su libro “El método Lean Startup” (término acuñado pro primera vez en su blog en el 2008), sobre la base de la filosofía ya comentada, pero aterrizada al lanzamiento de emprendimientos tecnológicos al mercado. Sin embargo, no se queda allí, pues también estuvo influenciada por la metodología “Customer Development”, de Steve Blank, basada en conocer muy bien a los clientes y sus problemas antes de lanzar cualquier idea de negocio al mercado.
Por lo tanto, podemos deducir que el objetivo principal es la reducción del riesgo al lanzar nuevos productos o servicios, hacerlos viables con poca inversión y aprovechar cada recurso al máximo sin generar desperdicios. Suena interesante para cualquier emprendedor que, como la gran mayoría, no cuenta con facilidades de financiamiento y que necesita respuestas rápidas para saber si su idea puede llegar a tener éxito.
Para ello, experimentar se convierte en la actividad principal, buscando testear la propuesta de valor del emprendimiento lo antes posible, lanzando, por ejemplo, prototipos o productos mínimos viables sobre los cuales se realizarán mejoras o se tomarán decisiones para cambiar o “pivotar” de estrategia, según la opinión recibida de los clientes. En tal sentido, los pilares del Lean Startup son: la experimentación, el aprendizaje validado y la iteración o repetición constante del proceso.
¿Es realmente efectivo?
Como cualquier metodología de gestión prioriza solo algunos aspectos. Inicialmente fue creada para empresas de tecnología, con gran dependencia de la innovación y desarrollo para ser competitivas. Entonces, nos preguntamos ¿actualmente qué empresa o emprendimiento no necesita innovar para crecer o mantenerse? Por ende, creemos que los pilares de la filosofía “Lean” sí pueden aplicarse en mayor o menor medida a un emprendimiento o idea de negocio.
Sin embargo, no será suficiente. No todo es crear, medir y aprender. Un apropiado plan de negocio, un capital de inversión razonable, un análisis exhaustivo de la necesidad de nuestros clientes y contar con un equipo humano comprometido y capaz, aún siguen siendo importantes para cualquier micro o pequeña empresa.